la música clásica ayuda a tener varios beneficios, reduce la presión sanguínea y hasta mejora la función muscular pero no decía que realmente pueda modificar alguna parte de nuestro cerebro.
Pues resulta que la música si mejora la actividad de los genes implicados en la dopamina, la función de la sinapsis, el aprendizaje y la memoria, regula el estrés, la depresión y comportamientos adictivos. Pero no es que la música de Mozart o clásica nos haga más inteligentes si no que mejora nuestra función cerebral ayudando a concentrarnos siempre y cuando la persona que lo escucha lo ocupa como un ejercicio cerebral, esta persona tiene que concentrarse en la pieza musical profundamente pues si solo lo escucha de fondo o por solo escucharlo no funciona. Por eso aprendimos  que de acuerdo a las investigaciones realizadas por científicos nos han comprobado que oír música o apreciar la música son 2 cosas muy distintas para nuestra inteligencia o aprendizaje.

MITO SOBRE LOS ESTILOS DEL APRENDIZAJE

Durante mucho tiempo hemos estimado qué tipo de percepción predomina mejor y cómo es mejor estudiar: escuchar, observar, escribir diligentemente o tocar. Por supuesto, la persona suele tener un determinado tipo de percepción, sin embargo, las investigaciones actuales demuestran que. en realidad. no influye en el aprendizaje: todo depende de las capacidades cognitivas y el deseo del estudiante.